En esta página puede obtener un análisis detallado de una palabra o frase, producido utilizando la mejor tecnología de inteligencia artificial hasta la fecha:
La iridiscencia es un fenómeno óptico caracterizado como la propiedad de ciertas superficies en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo desde el que se observa la superficie, como en las manchas de aceite, las burbujas de jabón, las alas de una mariposa y el lado reproducible del disco láser, ya sea CD o DVD. La iridiscencia es causada por múltiples reflexiones de la luz en múltiples superficies semitransparentes, donde los subsecuentes cambios de fase e interferencia de las reflexiones modulan la luz por la amplificación o atenuación de las diferentes longitudes de onda.[1] Dependiendo del ángulo con el que se ilumine la superficie, se verá de distintos colores. La iridiscencia es muy común en la naturaleza, podemos verla fácilmente en insectos, aves y peces, e incluso en plantas[2] y hongos en dónde se han encontrado esporas iridiscentes en Ascomicetes [3] que solo se podrán ver de este color en el hongo cuando esté esporulando.
Si las longitudes de onda de los rayos reflejados están “en fase”, se exaltarán uno al otro. A este fenómeno se le conoce como “interferencia constructiva” y produce los colores iridiscentes. Por el contrario si los dos rayos de luz que se reflejan tienen longitudes de onda “fuera de fase” uno con el otro, el segundo rayo cancelará la reflexión del primero. Este fenómeno se conoce como “interferencia destructiva” y reduce la intensidad del color.[4] Como las condiciones de interferencia dependen de la longitud de onda, la intensidad de luz reflejada por una película dada varía considerablemente con la longitud de onda. Ello produce los efectos de color de iridiscencia cuando se ilumina la película con luz blanca.[5]
El funcionamiento del color puede ser explicado por un efecto óptico llamado “interferencia de la película final”. Este efecto ocurre cuando una o dos sustancias con diferentes cualidades de refracción de luz (ya sea el aire o el agua) están formando una capa o película.[6] Algunos colores son más reflejados y otros más transmitidos, en otras palabras, la capa fina refleja más ciertos colores que otros. En el caso de las hojas de unos helechos, como los de Selaginella willdenowii es causado por la presencia de una capa más fina en la epidermis superior. La capa debe reflejar más la luz azul y transmitir más la luz roja.[6]